Abril O'neil

No esperaba que se juntaran estos anecdotarios tan pronto, pero ni modo, la situación lo demanda:

Ayer sacaba como todas las tardes a Sushi, a hacer sus necesidades y a pasear (Más bien correr), mientras me despedía de la mamá de una vecina bien sabritas, Sushi se adelanto por una vereda por la que ya casi no pasamos. Avance tras de ella, como siempre, cuidando por donde va y que hace. Y en eso oí un golpe, pensé que alguien había lanzado algo contra mi, y que no me había atinado, así que voltee primero hacia abajo (Por que la vereda esta hacia arriba) y al no ver a nadie, voltee a ver que era lo, que pensaba me, habían lanzado. Al voltear al suelo vi a un gorrión (Lo supe más tarde, de acuerdo a los conocimientos campiranos de mi madre). Estaba sin moverse en el suelo, a primera vista imagine que estaba muerto, así que me agache para estar lo más cerca del él y ver que había pasado en realidad, vi que parpadeaba, si es que se le puede llamar así. Le acaricie la cabeza y vi que no hizo esfuerzo en evitarlo, así que supuse que todos sus huesos tal vez estaba rotos. Lo levante y lo lleve a mi casa, temiendo que si lo dejaba ahí, a su suerte terminaría siendo devorado sin poder defenderse y ese desde mi punto de vista es la peor muerte.
Llegue a mi casa, y le pregunte a mi prima si sabia algo de como cuidarlo ó que hacer con él. No sabía tampoco, pero el ave al verla se prenso de su dedo con las patas y no se soltó en un buen rato. Decía mi prima que se veía bien, le dije que tal vez quería que lo mantuviéramos, y empezó de curiosa y pregunto ¿Que será? Macho o hembra, a lo que conteste, no se pero revisale ahí abajo por que tal vez es un güevon. Investigamos que hacer con el, mi prima le adapto una caja de zapatos para que se este un tiempo, pues yo no soy partidario de tener a las aves encerradas. Hoy el ave ya esta mejor, ayer tenia el área que equivaldría al pecho de un humano inflamada, y este día ya estaba normal, parece va mejorando. Pero lo que más me dio miedo de esto, es que el gorrión anda entre nuestras manos como si nada, incluso lo pusieron en mi hombro un rato y ahí permaneció como si fuera algo normal, me hizo sentir tan extraño el tenerla ahí, es algo que no voy a olvidar en un buen tiempo. Espero mañana pueda partir, pero a la vez temo, como antes lo había mencionado, por que el ave ahora pensará que todos lo humanos son como nosotros, y si bien hay mucha gente educada por donde vivo, no esta exenta de ser agredida ni exenta de que sus alas la lleven a otros horizontes, y me siento triste por lo que eso representa...